29/11/68
En la carta de Pablo a los Romanos dijo que Cristo resucitó para nuestra justificación (Rom. 4:25). Eso significa que cuando él resucite en nosotros, porque “Cristo en vosotros es la esperanza de gloria” (Colosenses 1:27), seremos completamente justificados en el sentido de que somos divinamente absueltos de cualquier papel que hayamos desempeñado en la tierra. Es absolución divina cuando resucita en nosotros. Éramos sus sirvientes y él era el soñador en nosotros. Cuando resucita, él y el ser que le sirve se vuelven uno, así nos dice el Antiguo Testamento en el Libro de Daniel. Ahora bien, el Antiguo Testamento es un modelo de la vida de Cristo en el hombre... es un presagio.