07-06-1968
La ficción es definida como una construcción imaginaria que es irreal – como opuesto a la verdad o a la realidad. ¿Pero qué es real y qué es imaginario cuando, en un sentido espiritual, todas las cosas existentes son imaginarias? Marcos cuenta la parábola de la higuera, que - habiendo sido maldecida – fue encontrada marchita hasta sus raíces.
Llamando la atención hacia es hecho, la imaginación despierta dijo: “Ten fe en Dios. En verdad yo te digo, cualquiera que diga a esa montaña, 'Quítate y échate al mar', y no tenga duda en su corazón de lo que él ha dicho que llegará a pasar, será hecho para él. Por lo tanto yo te digo, todo lo que tú desees, cuando ores cree que lo has recibido y lo habrás recibido.” Marcos 11. He aquí un acto imaginario que no tiene apoyo en un hecho.
El árbol no fue marchitado en el momento en que fue maldecido, pero cuando regresaron al día siguiente el acto imaginativo había sido ejecutado. Así que tú ves: esta ley no está limitada a ser sólo constructiva. Puede ser utilizada para el bien, el mal o para propósitos indiferentes; pues no hay limitaciones colocadas en las posibilidades de la oración. Ahora, cuando tú oras debes sumergirte en la sensación del deseo cumplido, pues la palabra “orar” significa “movimiento hacia; acceso a; a o en la vecindad de.” Enfócate hacia el deseo cumplido y acepta ese estado invisible como realidad.