10/06/68
No puedo concebir que haya mayor satisfacción que compartir la actividad creativa divina.
No puedo concebir que haya mayor satisfacción que compartir la actividad creativa divina. No hay lugar para la jactancia, os lo aseguro; porque todo es por gracia, y por eso no la ganamos. Pero podemos compartir esta actividad. Como dijo Pablo en el tercer capítulo de su primera carta a los Corintios, cuando alguien proclamaba: Yo soy de Pablo y yo soy de Apolo, decía: “¿Quién es Pablo y quién es Apolo?” Él dijo: “Yo planté y Apolo regó, pero Dios da el crecimiento” (versículo 4). Puedes plantar cualquier cosa y esa semilla permanecerá latente a menos que Dios dé el crecimiento.
Pero dejó muy claro que en todo momento de la eternidad habrá un remanente... siempre un remanente. Y luego cita los capítulos 52 y 53 de Isaías mientras explica lo que quiere decir con el remanente. Cuando Eliseo pidió a Dios contra Israel, diciendo que habían matado a sus profetas y destruido sus altares y yo solo quedo… y “¿Qué dijo Dios?” preguntó Pablo. Dios le dijo: “Tengo siete mil hombres que no han doblado su rodilla ante Baal” (1 Reyes 19:18). Luego añadió Pablo: “Así también en este tiempo hay un remanente escogido, escogido por gracia. Y si es por gracia, entonces no es por obras; de otra manera la gracia ya no sería gracia” (Romanos 11:5). Entonces todo es por gracia. Sin embargo, nadie conoce el amor electivo de Dios… ¿cuál es el secreto de su elección? ¿Cómo elige al remanente? Así que no podemos jactarnos si estamos dentro de él. Pero tengo todas las pruebas de este mundo para hacer una afirmación audaz de que se trata de un remanente. Ahora bien, no podemos aceptar 7.000 como 7.000 personas. Siete significa "perfección espiritual". Pero no ganamos la perfección espiritual: la idoneidad para el reino de Dios es la consecuencia, no la condición de su gracia. Entonces el momento en que el hombre es llamado, y ese es el individuo, por ese mismo llamado cuando es abrazado y tiene la unión con el Espíritu Santo que le conviene. Antes de eso no lo era; por tanto, el todo es gracia.