1/11/66
El tema de esta noche es “La Congregación de Dios”. La Biblia habla de la asamblea de Dios, el recogimiento de Dios, la congregación de Dios. Si os dijere que sois el cuerpo de Cristo e individualmente miembros de él, ¿lo creeríais? Bueno, sólo he citado la carta de Pablo a los Corintios, “participantes del mismo cuerpo, participantes de la promesa” (1 Cor. 12:12).
Ahora, en las Escrituras sólo un grupo (se les dan dos nombres) está excluido de la asamblea de Dios. Se nos dice que todos se reunieron como un solo hombre en la plaza frente a la puerta de las Aguas, y le dijeron al escriba Esdras: “Trae el libro, la ley, la ley de Moisés que el Señor dio a Israel”. Esdras lo trajo y leyó del capítulo 23 de Deuteronomio: “Ningún amonita ni moabita entrará en la asamblea del Señor para siempre” (Deuteronomio 23:3). Ahora bien, ¿por qué esta exclusión? ¿Quiénes son los moabitas y quiénes los amonitas? Como dijo Blake: “Aquello que se le puede hacer explícito al idiota no merece mi tiempo” y los antiguos sentían que lo que no era demasiado explícito era lo más adecuado para la instrucción porque estimula las facultades para actuar.