Obras de fe, no milagros

Entonces ella le dio realidad. Debes darle realidad al acto imaginal y luego dejarlo funcionar. ¿Qué podrías hacer después del embarazo? ¡Nada! Déjalo funcionar. Cualquier intento de interferir con él producirá, bueno, en este caso, un aborto espontáneo mental.
Obras de fe, no milagros

22/01/65

Milagro es el nombre que dan aquellos que no tienen fe a las obras de la fe. Entonces, la pregunta importante no es si Jesús obró milagros en Galilea, sino ¿está milagrosamente presente, milagrosamente potente ahora? La respuesta que damos a la segunda pregunta es, en realidad, la única respuesta importante. Si no podemos dar a la segunda pregunta un sí confiado y adorador, realmente no importa lo que digamos de la primera. ¿Está presente y es potente ahora? Te digo que lo es, pero debes descubrir quién es y confiar en él implícitamente.

Bueno, vayamos al capítulo 25 del Libro del Génesis, porque todo esto es revelación. En este capítulo se nos dice que dos estaban luchando juntos dentro del útero de Rebeca y ella se preguntó por qué: "Si esto es así, ¿por qué vivo?" (versículo 22). Entonces ella buscó al Señor para preguntarle por qué debería ser esto. Y él le dijo: “Dos naciones hay dentro de tu vientre, y dos pueblos nacidos de ti serán divididos; uno será más fuerte que el otro, y el mayor servirá al menor. Y luego salieron, el primero todo peludo; lo llamaron Esaú. Luego vino el segundo, un muchacho lampiño; y lo llamaron Jacob” (versículos 23-26). Cuando lees la historia podrías pensar que una mujer tuvo gemelos, dos niños pequeños que nacieron. No tiene nada que ver... todo simbolismo... nada que ver con esa imagen de una mujer concibiendo y dando a luz gemelos, niños gemelos.

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