21 de junio de 1971
Pensé que esta última semana debería ser a la vez práctica e idealista. Entonces comenzaremos por el lado práctico. Él dijo: “No penséis que he venido para abolir la ley y los profetas. No he venido para abolir la ley y los profetas, sino para cumplirlos”. (Mateo 5:17)
Ahora, Aquel que habla está presente dentro de ti. Cuando despierte, oirás estas palabras. Encontrarás que son tus palabras. Ése es vuestra maravillosa imaginación humana. ¡Ese es Dios!
La imaginación es la base de todo lo que existe. Lo que hoy resulta cierto, para nosotros, antes era sólo una imaginación. Piensa en algo en el mundo que ahora sea real para ti y que no hayas
imaginado primero. Entonces, el secreto de la imaginación es el secreto de Dios. Y entonces:
“El secreto de la imaginación es el mayor de todos los problemas, a cuya solución todo el mundo debería aspirar, porque en la lejana solución de este misterio reside el poder supremo, la sabiduría suprema, el deleite supremo”. [Douglas Fawcett, autor de “Diálogos de Zermatt” y “Diálogos de Oberland”]