5-10-1971 –
Se nos dice: “Con Dios todo es posible”. Creo que cualquiera que crea en Dios diría “sí” a eso. Pero luego se nos dice que: “Dios es Espíritu, y el Espíritu de Dios habita en nosotros”. Creo que cualquier hombre que crea eso debería hacer todo lo posible por descubrir quién es realmente el Dios que "habita en nosotros". Él es Espíritu, y “el Espíritu de Dios habita en nosotros”. Este Dios crea todas las cosas. “Por Él fueron hechas todas las cosas, y sin Él nada de lo que fue hecho fue hecho”.
Así todo en el mundo, independientemente de lo que sea, porque se nos dice: “Yo formo la luz y creo las tinieblas; Yo hago el bien y creo el dolor. Yo soy el Señor que hago todas estas cosas”. Bueno, seguramente deberíamos hacer todo lo posible por descubrir quién es Él.
Creo firmemente, por mis propias experiencias, que este Dios de quien habla la Biblia es nuestra maravillosa imaginación humana; que Dios y la imaginación humana son uno; que todos los efectos naturales en el mundo, aunque son creados por el Espíritu de Dios, son causados por el Espíritu. Entonces, “todo efecto natural tiene una causa espiritual, y no natural. Una causa natural sólo parece; es una ilusión de nuestra” –que se desvanece, diría yo– “memoria”. (Blake, de “Milton”) Porque aquí en este mundo no puedo recordar muy bien cuándo imaginé lo que ahora está sucediendo en mi mundo. No lo recuerdo. No recuerdo muy bien cuándo lo ideé.
