Quizás nada sea más confuso que la línea que separa el trato impersonal del personal.

¿Cómo podemos manejarlo? En primer lugar, poco a poco vamos empezando a darnos cuenta de que si esperamos llegar al destino (la perfección) que nos hemos propuesto, debemos comenzar por nosotros mismos.

Esta publicación es solo para suscriptores de pago

Regístrate ahora y actualiza tu cuenta para leer la publicación y acceder a la biblioteca completa de publicaciones solo para suscriptores de pago.

Regístrate ahora ¿Ya tienes una cuenta? Iniciar sesión