Sólo tenemos que ampliar nuestra concepción de la causalidad para excusarlo todo y perdonar todo. Ahora, déjame decir un pequeño pensamiento de las Escrituras primero antes de que lo desenvolvamos. Como se nos dice en el capítulo 25 del Génesis, en sus extremidades se acuesten las naciones dos, rivales de razas desde su nacimiento; una que la maestría ganará, el ohérez más joven reina. El primero es el sentido hombre. Ahora estoy mirando esta habitación y todo dentro de ella y ese es el hombre sentido. Mi aprehensión normal de objetos corpóreos como esta sala y el contenido, lamento percibir el sentido. Aquello que no está presente, y sin embargo lo percibo, yo llamo a esa imaginación. Está destinado a gobernar. Ese es el segundo hombre, el Señor del cielo.

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