Vivimos en un mundo que constantemente nos bombardea con "hechos", con apariencias, con limitaciones impuestas por nuestros cinco sentidos y por el consenso de la razón colectiva. Buscamos soluciones en el exterior, esperamos que un dios distante, una circunstancia afortunada o la intervención de otros nos conceda aquello que anhelamos. Pero hoy, vengo a hablarles de un poder mucho más íntimo, más cercano, un poder que reside en el santuario de su propio ser. Vengo a hablarles, como lo aprendí del incomparable Neville Goddard, del poder supremo que es su propia y maravillosa imaginación humana.

LA IMAGINACIÓN ES DIOS EN ACCIÓN

Esta entrada es solo para suscriptores de pago

Suscríbete ahora y ten acceso a todas nuestras historias, disfruta de contenido exclusivo y mantente al día con actualizaciones constantes.

Suscríbete ahora

¿Ya eres miembro? Iniciar sesión