Si caminamos como si ya fuéramos el ideal al que servimos, llegaremos al nivel de nuestra asunción, y encontraremos un mundo en armonía con nuestra asunción. No tendremos que levantar un dedo para que así sea, porque ya es así. Siempre fue así.

Esta publicación es solo para suscriptores de pago

Regístrate ahora y actualiza tu cuenta para leer la publicación y acceder a la biblioteca completa de publicaciones solo para suscriptores de pago.

Regístrate ahora ¿Ya tienes una cuenta? Iniciar sesión