Dios el Padre está soñando en la profundidad de tu alma. Es él quien comenzó una buena obra en ti, y es él quien la completará en el día de Jesucristo. En ese día serás llevado a la misma perfección que el Padre en ti, porque Dios se está soñando a sí mismo en una imagen mayor de sí mismo y tú, el soñador, estás soñando a ti mismo a tu imagen.
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