El propósito de esta enseñanza es elevarnos a un estado superior de conciencia, estimular lo más elevado de nosotros a la confianza y la autoafirmación, porque aquello que estimula lo más elevado de nosotros es nuestro maestro y sanador. La primera palabra de corrección o curación es siempre: "Levántate". Si queremos entender la razón de este constante mandato de la Biblia de “surgir”, debemos reconocer que el universo entendido internamente es una serie infinita de niveles y el hombre es lo que es según dónde se encuentre en esa serie. A medida que nos elevamos en conciencia, nuestro mundo se reforma en armonía con el nivel al que somos elevados. El que se levanta de su oración siendo un hombre mejor, su oración le ha sido concedida.
Para cambiar el estado actual nosotros, como el Dr. Millikan, debemos elevarnos a un nivel superior de conciencia. Este ascenso se logra afirmando que ya somos aquello que queremos ser; asumiendo el sentimiento del deseo cumplido. El drama de la vida es psicológico y lo llevamos a cabo mediante nuestras actitudes más que mediante nuestros actos. No hay forma de escapar de nuestra situación actual excepto mediante una transformación psicológica radical. Todo depende de nuestra actitud hacia nosotros mismos. Lo que no afirmamos como verdadero de nosotros mismos no se desarrollará en nuestras vidas.
