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Probablemente uno de los versículos más incomprendidos de la Biblia está registrado en el tercer capítulo del Génesis, el sículo XVI: El Señor le dijo a la mujer: Multiplicaré enormemente tu dolor y en el dolor darás a luz hijos, sin embargo, tu deseo será por tu marido y él gobernará sobre ti.
En este fabuloso mundo nuestro, muchos aceptan esta declaración literalmente y creen que los niños de los que se habla aquí provienen del vientre de la mujer y el hombre es el marido y el gobernante; sin embargo, en el capítulo 54 de Isaías, se te dice: Tu Creador es tu marido, el Señor de los ejércitos es su nombre.
La humanidad (hombre y mujer) es la emanación de Dios, pero su esposa, hasta que el sueño de la muerte ha pasado. Independientemente de tu sexo, eres la mujer con la que el Señor habló en este tercer capítulo del Génesis. ¡Tus hijos no son los que vienen del vientre de la mujer, sino de tu imaginación! Tu marido (el Señor de las hostas) engarará todas las ideas de las que te enamores, sin importar lo horrible que pueda ser. Y siendo proteano, Dios tiene el poder de desempeñar cada parte y asumir cada forma del mundo.
